por Memorial Paine | Abr 20, 2020
El abogado de Derechos Humanos, Nelson Caucoto, compartió algunas reflexiones junto a Memorial Paine, respecto de los últimos intentos del Gobierno de promover – en medio de la crisis sanitaria derivada de la propagación del Coronavirus- una ley para conmutar penas de cárcel a mayores de 75 años e incluir allí a criminales de lesa humanidad que hoy cumplen condenas en la “cárcel” de Punta Peuco.
Aunque la administración piñerista no tuvo éxito en su propósito y debió quitarle el carácter de discusión inmediata, y promulgar una iniciativa que permitirá optar a penas conmutativas para delitos menores, y efectivamente, ayudar a descomprimir las cárceles chilenas, la idea de beneficiar a los responsables de la violaciones a los Derechos Humanos durante la Dictadura, dejó a la vista una nueva intentona por reeditar la impunidad en el país.
Así de claro y evidente resulta para el abogado Caucoto. Con una vasta trayectoria en causas de derechos humanos, incluido el Caso Paine, el jurista es enérgico al plantear lo que realmente esconde esa idea del Gobierno de buscar sacar de la cárcel a criminales de lesa humanidad, so pretexto de una crisis sanitaria.
“Se ha utilizado la crisis sanitaria, yo diría, legítimamente para liberar a personas que están en los recintos carcelarios. Y conociendo cuál es la precariedad de las cárceles en Chile, es decir, conociendo la pobreza, la miseria con la que se vive al interior de los recintos penitenciarios, indudablemente que hay personas que no arriesgan en este minuto grandes penas, así es que podrían ser perfectamente favorecidas con un indulto. Eso va a permitir liberar a unas 2.300 personas que no tienen ninguna mayor implicancia, que nos son delitos graves, sino que es gente que cumple penas por delitos más leves: mujeres embarazadas, mujeres con hijos. Es decir, son distintos casos que ya estaban con permisos, salidas de fin de semana, y que han cumplido con su obligación. Entonces, uno ve que allí no hay ninguna dificultad, porque claramente lo que se busca es preservar la vida. Ya veíamos el caso de la cárcel de Puente Alto, que cada día se están infectando no solo los presos, sino también los gendarmes», detalla Caucoto.
«Ahí hay un tema que se reproduce en las cárceles chilenas. ¿Dónde no se reproduce?, en Punta Peuco”. Punta Peuco es una cárcel que tiene las mejores condiciones sanitarias. Tiene aislamiento social, buena atención médica. Es decir, no había ni hay ninguna razón para incorporar a la gente de Punta Peuco, pasándolos de contrabando en este tema del indulto. Y qué bueno que el Parlamento lo haya rechazado. Y que el propio Tribunal Constitucional (TC) haya señalado que no existía ninguna discriminación, que era lo que reclamaba la gente de derecha y llevó este tema a esa instancia, en el sentido de que se estaba discriminando a la gente de Punta Peuco, dejando libres a otros delincuentes», recuerda el jurista.
«Hay una acción utilitaria de la crisis del coronavirus, porque el Gobierno ahora sí que nos quiere pasar de contrabando y revive una ley humanitaria que está durmiendo en el Congreso desde el año 2018, si no me equivoco, y que no había entrado a la discusión parlamentaria. Esta es una ley de impunidad, porque se disfrazan las cosas. Es bueno decirle a la gente quiénes son los favorecidos con esta “ley humanitaria”: el 70 % de los presos de Punta Peuco. Y hay que decirlo con todas sus letras: esta es una ley que tiene nombre y apellido: liberar a los criminales de Punta Peuco. El 30 % restante, serían delincuentes comunes», recalca.
El pago de Piñera
Caucoto recuerda que en medio de toda esta polémica, el Presidente Piñera apostó erróneamente por traspasar una responsabilidad a los otros poderes del Estado. En ese sentido, el abogado precisa que el mandatario cuenta con las herramientas para indultar, pero en esta ocasión ha querido a hacer partícipe al Congreso y al Poder Judicial. “Esta es la manera en que Piñera está pagando el compromiso que hizo cuando era candidato para su primer Gobierno con la familia militar, de dejarlos libres a todos”, a través de una ley de carácter general, en la que se compromete no solo al Presidente de la República, sino también al Congreso y, además, al Poder Judicial. Porque en ese proyecto se señala que será resorte del juez determinar o no si se cumplen los requisitos. Entonces aquí hay que decirle al señor Piñera que si él quiere dejar libres a los criminales de Punta Peuco, él tiene la facultad soberana, en la que el Presidente puede indultar a personas a través de indultos particulares, en una cuestión de caso a caso. Pero si él libera a criminales de Punta Peuco, él tendrá que asumir la responsabilidad política. Pero en cambio, el señor Piñera quiere disminuir esa responsabilidad. ¿Por qué comprometer al Parlamento y al Poder Judicial?, ¡No! Si el Presidente quiere indultar a determinadas personas, indúltelas, establezca sus facultades. Pero asuma la responsabilidad política por haber liberado a gente que no tiene derecho a ningún perdón», sostiene el abogado.
Luego de que el Ejecutivo ni parlamentarios de la derecha consiguieran que la iniciativa incorporara a violadores de derechos humanos, el abogado Nelson Caucoto confía en que la propuesta gubernamental pueda materializarse. En esa misma línea, hace hincapié en que las prioridades del país hoy son otras, y es allí donde deben ir apuntados los esfuerzos.
“En el Parlamento no hay agua para asegurar un proyecto que deje libre a la gente de Punta Peuco. La urgencia hoy en el país está dada para ir en ayuda de la gente que va a quedar cesante, de la gente que está enferma, de la gente que tiene grandes pérdidas económicas, porque aparte de la pandemia, en Paine, por ejemplo, están viviendo fuertemente la pandemia de la sequía. Ésas son las preocupaciones inmediatas. Y luego, todo lo que vendrá en materia de cesantía, el cierre de las industrias, de pymes, eso va a ser brutal. Porque aquí va a haber hambre. Y cuando alguien tiene hambre, ya no le tiene miedo a las enfermedades. Así es que, ¡Dios nos libre de lo que pueda pasar el día de mañana!. ¿Por qué debemos estar perdiendo tiempo discutiendo leyes que no tienen ninguna urgencia. En ningún país del mundo se deja libre a las personas porque tienen 75 años. Si uno mira las experiencias en Europa, hoy están encontrando criminales de guerra nazis con 98 años y los meten presos. No hay ninguna posibilidad de que sean puestos en libertad, porque superan los 75 años de edad. No sé de donde les sale la urgencia de liberar a estos «viejitos». Ahora, yo creo que no habrá manera de legislar. Y entonces habrá que preguntarse: ¿cuál es la casualidad de que el 70 por ciento de los mayores de 75 años, sean presos que están en la cárcel de Punta Peuco?: la casualidad es que estos tipos estuvieron por 30 años en la impunidad total. Entonces cuando los empezaron a tocar ya habían avanzado en la edad, pero eso no los puede liberar de la responsabilidad en los crímenes, no pueden tener un doble premio. Ya fueron premiados durante 30 años en que no les pasó nada. Y ahora que la justicia ha hecho su tarea, estos tipos se quieren acoger a un segundo premio. Eso es inaceptable»,sentencia.