“Crímenes de esta envergadura no pueden quedar en el olvido ni en la impunidad, y en ese aspecto el ministro Hernán Crisosto Greisse y la Corte Suprema han dado una nueva señal de avance de la justicia”, señaló el abogado querellante, Nelson Caucoto, junto con destacar que este fallo es “un duro golpe a los agentes del exterminio“.
La Segunda Sala Penal de la Corte de Suprema dictó masivas condenas contra 32 ex agentes de la Dirección Nacional, DINA, por el secuestro y desaparición de el ex militante del Movimiento de Izquierda Revolucionario, MIR, e Ingeniero químico Juan Carlos Perelman, quien fue detenido el 20 de febrero de 1975, en el marco de la denominada Operación Colombo, junto a la periodista Gladys Díaz Armijo, reconocida militante del MIR quien luego de un largo tiempo en Villa Grimaldi fue liberada.
La sala, integrada por los ministros Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm, el Ministro Suplente Raúl Mera, y la abogada integrante María Cristina Gajardo, condenó a los agentes Pedro Espinoza, Miguel Krassnoff y Raúl Iturriaga a 13 años de presidio mayor en su grado medio, ratificando lo resuelto por la Corte de Apelaciones de Santiago en su fallo de noviembre de 2015.
Del mismo modo, el máximo tribunal, condenó a Rolf Wenderoth, Francisco Ferrer Lima, Gerardo Godoy, Ricardo Lawrence, Rosa Humilde Ramos, Teresa Osorio Navarro, Pedro Alfaro Fernández, José Aravena, Claudio Pacheco, José Ojeda Obando, Heriberto Acevedo, Lis Torres Méndez, Rodolfo Valentino Concha, Hugo Hernández Valle, Juan Urbina Cáceres, Manuel Rivas Díaz, Jerónimo Neira, Silvio Concha, Héctor Briones, Carlos López Inostroza, José Fuentealba, Luis Videla, Raúl Rodríguez Ponte, Palmira Almuna, Osvaldo Pulgar, Roberto Rodríguez, Rafael Riveros Frost y Leonidas Mendez a la pena de 10 años y un día de presidio mayor en su grado medio. En tanto, Samuel Fuenzalida Devia recibió una condena de 541 días de presidio menor en su grado medio.
El abogado Nelson Caucoto, querellante en este caso, se mostró satisfecho con el fallo e indicó que es “un duro golpe a los agentes del exterminio, en el marco de la Operación Colombo, mediante la cual la DINA intentó hacer creer que 119 chilenos secuestrados en Chile, habían desaparecidos en el exterior, producto de pugnas internas. Crímenes de esta envergadura no pueden quedar en el olvido ni en la impunidad, y en ese aspecto el ministro Hernán Crisosto Greisse y la Corte Suprema han dado una nueva señal de avance de la justicia”.
Los hechos
De acuerdo a la investigación sustanciada en la causa se pudo establecer:
“Que en horas de la mañana del día 20 de febrero de 1975, Juan Carlos Perelman Ide, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue detenido en un departamento ubicado en Avenida Francisco Bilbao N° 2.911, comuna de Providencia, por agentes de estado pertenecientes a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA y lo trasladaron al recinto de reclusión clandestino denominado ‘Cuartel Terranova’ o ‘Villa Grimaldi’, ubicado en Lo Arrieta N° 8.200, de la comuna de La Reina, que era custodiado por numerosos guardias armados y al cual sólo tenían acceso los agentes de dicha organización;
“Que Perelman permaneció en ‘Villa Grimaldi’ sin contacto con el exterior, vendado y amarrado, siendo continuamente sometido a interrogatorios bajo tortura por los agentes de la Dina que operaban en dicho cuartel, lo que realizaban con el propósito de obtener información relativa a integrantes del MIR, para proceder a la detención de otros miembros de esa organización, y fue visto por última vez por otros detenidos un día no determinado del mes de febrero de 1975, sin que exista ningún antecedente que permita establecer un destino final hasta la fecha.”
“Que posteriormente, el nombre de Juan Carlos Perelman Ide, apareció enun listado de 119 personas, publicado –sin que existiera la corroboración correspondiente-, en la prensa nacional luego que figurara en una lista publicada en la revista ‘O’DIA’ de Brasil, de fecha 25 de junio de 1975, que posteriormente se pudo determinar que sólo tuvo circulación en esa fecha, dándose cuenta en ella que Juan Carlos Perelman Ide había muerto en Argentina, junto a otras 58 personas pertenecientes al MIR, a causa de rencillas internas suscitadas entre los miembros de esa organización política chilena, y, de los antecedentes que se han enumerado en el fundamento 1° se desprende inequívocamente que las publicaciones que dieron por muerto al nombrado Perelman Ide, víctima de un homicidio perpetrado por personas afines a su ideología política, tuvieron su origen en maniobras de desinformación planificadas por la DINA y llevadas a cabo por agentes de la misma organización, en el exterior”.